Terrorismo en el Congreso

Dos individuas han alabado el terrorismo de Hamas en el Congreso de los Diputados

Madrid, Carrera de San Jerónimo, Congreso de los Diputados. El imponente edificio, cargado de historia, impone una sensación de fortaleza. En las escalinatas del acceso principal, dos leones de bronce, forjados con los cañones capturados en la guerra de África, dan la bienvenida a los visitantes. Con una pata sobre una esfera, simbolizando el orbe, los leones miran a derecha e izquierda, como centinelas.

—Nos protegen —dijo mi hijo durante una visita hace unos años.

Orgullo.

Honor.

El complejo incluye un edificio adjunto que alberga despachos de los diputados, salas de reuniones y espacios para conferencias. Las conferencias, variadas, no siempre demuestran respeto hacia los españoles. Visitar el complejo genera una sensación de poderío nacional. El hemiciclo, más pequeño de lo que parece en televisión, sorprende por la cercanía entre los escaños y la lejanía de algunos diputados respecto a los ciudadanos, y especialmente a las víctimas del terrorismo. «España es un estado democrático y de derecho», según la Constitución de 1978. Afirmación dudosa.

Las instalaciones del Congreso están marcadas por las pisadas de terroristas en su moqueta, regada con la sangre de atentados. La banda terrorista ETA dejó casi mil personas asesinadas en el calendario, salvo un día al año. Los atentados del 11 de marzo de 2004 marcan un antes y un después; veinte años después, pocos recuerdan ese fatídico día.

Hamas es terrorismo

El 4 de junio de 2024 quedará marcado en nuestra memoria y en el Congreso. Dos mujeres intervinieron en una conferencia, alabando el terrorismo contra Israel. Hablaron del derecho al uso de la fuerza, evitando decir «terrorismo», para reivindicar un estado palestino. Jadlía Abubakra declaró:

—La valiente iniciativa de la resistencia palestina el 7 de octubre ha vuelto a poner en la agenda política y mediática la cuestión palestina… Palestina será libre desde el río hasta el mar.

El 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamas invadió Israel, asesinando a más de 1.200 personas y secuestrando a más de 350. Las imágenes de mujeres, niños y hombres trasladados en vehículos y motocicletas, quemados y vejados, son inolvidables. La identificación de cuerpos continúa gracias a labores forenses; los terroristas siguen exhibiendo videos de los secuestrados.

Jadlía Abubakra, representante de «Alkarama», organización palestina para «generar un espacio de mujeres en la diáspora», parece estar vinculada a Hamas. Vive en España y disfruta de derechos que sus correligionarios niegan a otras mujeres, como las israelíes asesinadas el 7 de octubre de 2023.

Miriam Ojeda, portavoz de Samidoun –Red de Apoyo a los Presos Palestinos–, también participó:

—El 7 de octubre tenemos que darle las gracias a Hamas por poner en el centro la cuestión palestina.

Ojeda, feminista y odiadora de israelíes, ignora a las mujeres violadas por Hamas. Las declaraciones de ambas son despreciables y posiblemente perseguibles. El artículo 578 del Código Penal en España establece que el enaltecimiento o la justificación pública de delitos terroristas, o la humillación de las víctimas, se castiga con prisión de uno a tres años y multa de doce a dieciocho meses.

Enaltecimiento del terrorismo

Esas dos mujeres deberían ser investigadas judicialmente. La sede del Congreso se ve mancillada por terroristas gracias a la rendición de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, quien permite que Hamas tenga voz en el parlamento. Españoles e israelíes recibimos un nuevo insulto de quienes justifican el terrorismo para sus aspiraciones.

¿Volverán los tiempos de perseguir a terroristas y defender a las víctimas del terrorismo?

Seguramente. Rendirse no es una opción.

Publicado en Libertad Digital.

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