«Peligros en la circulación», de Alonso Holguín F.J., para www.ruta608.com

«Peligros en la circulación», de Alonso Holguín F.J., para www.ruta608.com   Una de las pasiones de cualquier motero es circular por las carreteras de este hermoso país llamado España. La orografía, el clima, los compañeros, camaradas, amigos y algún que otro desconocido alimentan el espíritu …

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«Cuatreros de motos», de Alonso Holguín F.J., para www.ruta608.com

«Cuatreros de motos», de Alonso Holguín F.J., para www.ruta608.com La pasada semana se publicó un informe estadístico sobre el robo de motocicletas en este hermoso país llamado España. El medio de comunicación hacía referencia a marcas y modelos precisos, cuya fuente era de absoluta solvencia: …

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«Felicidad de padre», de Alonso Holguín F.J., para www.ruta608.com

«Felicidad de padre», de Alonso Holguín F.J., para www.ruta608.com Las mañanas comienzan con una suerte de movimientos en las ciudades para llevar a los niños al colegio. Mayormente vehículos a cuatro ruedas y carrozados se ven circular por las calles, ocupados por las ilusiones y …

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«Guzzi Hispania en el corazón», de Alonso Holguín F.J.

Guzzi Hispania, la moto de mi padre. Algunos recuerdos de mi niñez se encuentran sobre una motocicleta. El primer trabajo que consiguió mi padre, tras acabar estudios de mecánica en Valladolid, fue empleado de la Fasa. Así se llama la fábrica de automóviles donde se hacían los modelos de Renault. Vivía en Cigales, a 12 kilómetros y, en los comienzos de los años ’60 del siglo pasado, una Guzzi Hispania de 65 cc. era su medio de transporte. De color rojo en principio, cuando empecé a viajar encima de su depósito, lucía ya en color vino tinto. Quizá fuera el apego a los majuelos -también llamados viñedos-, donde iba con él y ella a realizar las labores propias de arreglo, quien tiñera su pintura. Recuerdo con horror el crecer: me abocaba a ir de paquete, abandonando la visión desde el depósito. El aire en el rostro, ligeramente girado para evitar las lágrimas de los ojos, junto con el olor a gasolina y aceite fue la perdición para condicionar mi futuro. Cuando tuve edad y fuerza, pude arrancar la Guzzi. Tenía tres marchas de palanca manual bajo el puño derecho. Primera hacia abajo, punto muerto -señalada con 0-, segunda y tercera. Recuerdo un pequeño dispositivo que servía para cebar el motor. La llave de paso de la gasolina en el lado izquierdo y el tubo de escape con sonido un poco pito agudo. Fueron pasando los años. Mi incorporación a la Guardia Civil, diferentes destinos y compromisos familiares. Vinieron una Vespa Iris 200, Suzuki Marauder y, en estos momentos, Harley Davidson Sporster 1200. Diferentes conceptos en base a las necesidades de movilidad, misma idea: viento en el rostro, aire de libertad. Pasarán los años, kilómetros y, por qué no, otras motos. Sin embargo, mi pequeño corazón siempre late alegre al recordar el olor, sonido y movimiento de aquella Guzzi Hispania de 65 cc. ¿Os imagináis cuando veo una de ellas colgada de un escaparate en una tienda de Madrid? Felicidad completa. Sean prudentes por las carreteras. Fuente: Ruta 608 Mario, al que todos conocemos como «Páter», ha tenido a bien invitarme a colaborar con un texto corto semanal sobre motos. Procuraré ceñirme al tema, con mis …

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